"En las manos de este hombre estaba la clave para silenciar para siempre a la mujer", dijo un dia un tal Dios. Y puso en la mente de un humano la fatidica desición.
Fue de noche y sin apuro, el asesino por la ventana entró. La victima dormia, no hacia otra cosa que soñar, vaya a saber uno con qué. Pero soñar dormido dicen que es soñar. Y ahi, justo donde hace 3 decadas atrás fue concevida por mamá y papá, un despechado celoso ser humano cuartó su libertad.
Y en silencio, el mismo silencio que fue testigo de este final, salió por la misma ventana por la cual entró. Y sin sangre en las manos, y un suspiro entre los labios, caminó un par de cuadras hasta que llegó. Abrió la puerta, bebió de un sorbo un vaso de agua, y se acostó.
Mañana los noticieros hablarian de la situación. Y mas de uno acusaria al mas sospechoso. Que sin saberlo justamente, no era la fiel pareja de la victima. Sino que era el desconocido amante, que todavia dormia en la cama que le sirvío de guarida, ante tan terrible acción.
Y quien iba a sospechar, de este hombre tan bueno?. Si hasta parecia que en su mirada habia algo de amor. Ese amor que tambien lo llevó a terminar con la vida de un ser humano. Y el inocente fue culpable, porque no habia otra opción. Y el novio fiel que de verdad siempre la amo, pago la apuesta que el asesino levantó.
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PAL ´12
