Juan tenía los ojos rojos. Habia pasado la noche sin dormir, y lo poco que durmió se vió agredido por muchos sueños horribles.Acaso la mente de un niño tiene tanta mala información, como para proyectar en sueños esas cosas del inconciente?... parece que si...
Juan escucho a su madre despertarse, era momento de prepararse para irse a la escuela. Se vistió rapido, casi como nunca. Y salió sin desayunar. Quizas convencido de que el hambre, es mas soportable que cualquier momento de tristeza.
Corrio hasta la puerta, y por fin en la calle suspiró. Como rescatado por la paz del asfalto, y agradecido de salir del infierno.
Tan pequeño, y ya entendia que el peor enemigo muchas veces duerme al lado de nuestra habitación, o que quizas fue quien nos dio la vida.
Juan tenia que comenzar un nuevo dia...
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PABLO LAYÚS 2009
