Jamas nadie supo ver en mi
ese niño fragil y vulnerable
que habitaba temeroso
cada rincón del mundo...
Nunca nadie me regalo
un abrazo sincero sin nada a cambio,
todos esperan algo,
y ya a veces no tengo nada para dar...
Porque soy tan pobre y necio,
tan utopico y temeroso,
que lo que busco es un norte,
para no volver a perder mi rumbo...
Jamas sintieron el sabor amargo
de mi soledad, ni la sal de mis lagrimas,
escondidos sentimientos que vivi en soledad.
Una luz en el camino, un reloj sin tiempo,
solo eso necesito para despertar...
Hoy el consuelo esta en buscar,
no en difrutar lo que tengo,
sin darme cuenta que lo que tengo,
es mi propia capacidad...
Me late el corazón como un caballo,
veloz alazan de cuerpo alado,
como un pegaso viajando por el mundo.
Jamas me dieron un buen consejo,
siempre esperaron el mio,
y habiendolo dado me reprocharon.
Jamas me bebi de un sorbo
todo el amor que me sirvieron,
disfrute cada gota, porque eso es intenso.
Jamas subi al cielo en realidad,
siempre vivi pegado al piso,
porque no se puede tocar el sol,
un sabio me lo dijo,
si la subida no es de a dos...
Jamas pude reir de enserio,
siempre hice la mueca y asi
pase algunos momentos,
porque la risa se la llevo un sueño,
que se fue y jamas regresó...
Mejor me duermo, si es que puedo,
aunque no quiero por temor a despetar.
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PAL 2011